-Necesitaba salir de casa...
-Es un buen sitio para pensar yo también vengo mucho por aquí. La verdad, es un buen sitio.
-Si, es muy bonito. - Decía mientras miraba el reloj de su mano izquierda. -¡Mierda!, es muy tarde, mi padre estará que echa fuego.Adiós. -En realidad no quería irse, pero sentía que estaba haciendo la idiota y decidió poner una escusa barata.
-¿Te volveré a ver?
-No lo sé. - Se fue apurada, a pocas se resbala y cae por las piedras.La verdad aquel chico le había echo olvidarse de sus problemas durante unos minutos. ¿Por qué no volver a verlo?
Ya había salido de todas las rocas y oyó un grito;
-¡¿Sabes Oli?! , es la primera vez que pesco algo tan grande.Espero que sepas también como aparentas. - Ella no pudo evitar reirse. Era bastante gracioso.
-¡Adiós! - Dijo sin más con una sonrisa de oreja a oreja.
No sabía si lo volvería a ver, ¿y por qué no..?, ella era bastante vergonzosa, bastante fría. Le habían echo mucho daño. Se planteó mil cosa de camino a casa.
Metió las llaves suavemente y se dispuso a entrar sigilosamente, haciendo en mínimo ruido posible, no querría que su padre la pillara. Aunque cualquiera lo despertaba...estaría en el décimo sueño conociéndolo.
Se puso su pijama, abrió la cama y se quedó mirando el techo un largo minuto. Cerró los ojos. Mil preguntas , yendo y viniendo sin porqué alguno.
A la mañana siguiente;
-¡Olivia , deeeespieeeerta!
-Ya vooy, ya vooy. No hace falta que grites papá.
-Olivia , son las dos del medio día, no he visto persona a la que le guste más dormir que a ti.
"Dormir para desconectar" se decía ella continuamente.
-Ya me levanto, pesado.
-Me voy a trabajar fuera, no me esperes despierta. - Le dio un beso en la frente - Ahí te dejo 20€ para que comas. Adiós.
Ella se metió a la ducha. Le volvió a dar vueltas a lo de anoche, ese tío tenía pinta de ligon. Seguramente ligaría y le diría lo mismo a todas. Aunque ya apenas le dio importancia a aquello.
Se vistió, cogió y el dinero y fue en busca de algún sitio para comer algo. Todos los bares parecían algo caros y ella no tenía mucha hambre. Entró a una pequeña pizzería que hacía pico esquina a dos manzanas de su casa.
Se acercó a la barra. el tío estaba de espaldas.
-Hola, una pizza de jamón york con queso, por favor.
-Un momentito. -Dijo mientras de daba media vuelta. -Vaya,vaya,vaya... ¿pero a quién tenemos aquí?- Y allí estaba él, Aitor con la misma sonrisa picona y encantadora a la vez.
(Continuará...)